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Y nacerá en Sao Paulo El cazador de rayos

En marzo de 2010 vislumbraba ya el final de la segunda novela. No me equivoqué, cuatro meses más tarde estampaba la palabra FIN. Veinticuatro meses desde el primer párrafo hasta el último. Toda una hazaña si consideramos que la primera novela me tomó siete años. En ese mes envié a mis hermanos el siguiente correo:

El pasado domingo 14 hubo carrera Indy en Sao Paulo. La fuerza aérea brasileña no perdió oportunidad para lucirse. Aviones F-15 sobrevolaron la ciudad mientras ocurría el gran espectáculo. Un par de ellos pasaron rasantes atronadoramente sobre mi cabeza. Corrí a la ventana para mirarlos. El cielo estaba nublado y la lluvia caía en occidente. Unos minutos más tarde, un rayo se precipitó desde las grises masas y se perdió tras los edificios del horizonte. Me estremecí, ¿sería algún tipo de presagio? Volví a sentarme a la computadora para escribir más líneas de El cazador de rayos.

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