top of page

Un mismo cuerpo

No puedo creer que habiendo tantas estrellas en esta galaxia y tantas galaxias en este universo estemos solos como único resultado fortuito de las coincidencias. No puedo creer que la vida en el universo sea tan escasa y tan esparcida que nunca crucemos camino con seres inteligentes creados y evolucionados en otro rincón diferente a nuestro bello planeta azul. No puedo creer que cuando al fin nos encontremos frente a frente con seres de otra civilización nos enfrasquemos en la tarea de picarnos mutuamente con agujas para determinar nuestras biologías. No puedo creer que cuando un ser supuestamente más evolucionado que nosotros nos encuentre extraviados en este camino, aprovechándose de su mayor inteligencia y de sus mayores conocimientos, nos obligue a realizar actos contra nuestra voluntad y nuestro libre albedrío. No puedo creer que ese momento glorioso en que al fin nos demos cuenta de que no estamos solos en esta gran vastedad esté tan lejos en el tiempo.


Creo en cambio que la evolución trae consigo mayores responsabilidades y mayores retos; quién no quiera afrontarlos puede evitarlos y de hecho ya muchos estamos optando por eludirlos por avaricia, por soberbia, por envidia o, simplemente, por pereza. Creo en cambio que las ideas cuando son acertadas nos acercan al entendimiento de este gran universo que habitamos y cuando no lo son, simplemente, se extinguen y son olvidadas o sustituidas. Creo en cambio que las ideas cuando son correctas trascienden más que los genes, perduran más que las civilizaciones, son más largas que las distancias y más longevas que el tiempo, son incluso, más fuertes que la muerte. Creo en cambio que las ideas han construido nuestra historia y nuestra civilización, representan nuestras esperanzas, nuestras creencias, describen nuestros intereses, nuestras predilecciones, nuestras tendencias, han resuelto nuestros problemas y, también, nos han metido en tal cantidad de embrollos que nos hemos visto obligados a crecer, intelectual y emocionalmente, para generar nuevas ideas que los desembrollen. Creo en cambio que cuando al fin nos topemos con seres inteligentes de otro rincón de esta nuestra galaxia, esas ideas serán las que hablarán por nosotros y las que hablarán por ellos.

Joe

Es un catedrático de muchos años en una universidad en una civilización similar a la nuestra en un planeta igualmente azul pero en el otro lado de la galaxia. Experimenta sueños recurrentes que paulatinamente se transforman en preocupantes voces en su cabeza. ¿Se trata de esquizofrenia?
 

Marina

Es profesora de la escuela de psicología y estudiante del doctorado de psicoanálisis. Enterada de las aflicciones que aquejan a Joe se ofrece a ayudar, â€‹pero pronto se da cuenta que la situación rebasa su experiencia. Propone entonces que Joe se atienda con un psiquiatra profesor suyo quien es director de una institución mental a las afueras de la ciudad. Juntos acuden a la entrevista.

novelas ciencia ficción
bottom of page