Los 60 son la mejor edad

Los 60 son la mejor edad porque al fin logramos congeniar con la mujer o al fin cambiamos de esposa.
Los 60 son la mejor edad porque ya terminamos de pagar la hipoteca o ya olvidamos cuando el banco se llevó la casa.
Los 60 son la mejor edad porque alcanzamos la estabilidad económica o nos importa un bledo si la economía se va al carajo.
Los 60 son la mejor edad porque no existe más la responsabilidad de educar y sólo permanece la intención de mimar.
Los 60 son la mejor edad porque ya no es necesario pagar colegiaturas y el dinero, por lo menos en el presupuesto, comienza a sobrar.
Los 60 son la mejor edad porque ya pudimos comprobar que fuimos buenos padres viendo a los nietos jugar con sus padres.
Los 60 son la mejor edad porque tenemos el cariño de muchos allegados o sólo de unos pocos, pero realmente sincero y perdurable.
Los 60 son la mejor edad porque satisfechos podemos admirar la altura que alcanzó nuestro árbol o mencionar el lugar donde lo plantamos, omitiendo por supuesto contar que se secó al poco tiempo.
Los 60 son la mejor edad porque nos hemos enterado que el secreto del juego es cooperación y se logran más objetivos al cooperar.
Los 60 son la mejor edad porque al fin terminamos de escribir el libro de nuestros sueños o nos hemos convencido que estando escritos ya todos los temas no hace falta redundar más.
Los 60 son la mejor edad porque la existencia no es más un misterio aunque quizás es una historia inenarrable de secretos.
Los 60 son la mejor edad porque, contando hasta diez, ya rechazamos los arrebatos del encéfalo o aceptamos que el cerebro se ha vuelto perezoso incluso para contar.
Los 60 son la mejor edad porque nuestras neuronas al fin superan a las hormonas aunque sospechamos que ya ambas abandonaron el juego.
Los 60 son la mejor edad porque podemos soportar la humillación, sobre todo cuando la recibe alguien más.
Los 60 son la mejor edad porque finalmente aprendimos a amar o a temer el dolor al desprendimiento.
Los 60 son la mejor edad porque podemos adaptarnos a las situaciones o a enconcharnos eficazmente para rehuirlas.
Los 60 son la mejor edad porque podemos enunciar 60 proposiciones de por qué es bueno acumular tantos años aunque sean ilógicas o falsas.
Los 60 son la mejor edad porque sabemos soportar un dolor en el corazón o un stent en las coronarias.
Los 60 son la mejor edad porque podemos reírnos del fracaso y burlarnos del éxito o lo contrario (que el fracaso y el éxito se rían y burlen de nosotros).
Los 60 son la mejor edad porque al fin logramos alternar a voluntad entre el optimismo y el pesimismo o estancarnos optimistamente en el pesimismo.
Los 60 son la mejor edad porque ya podemos disfrutar la música de Tchaikovsky o quedarnos profundamente dormidos con ella que es casi lo mismo.
Los 60 son la mejor edad porque podemos aparentar ser inteligentes y astutos, o astutamente ocultarnos de la inteligencia (¿qué? no entendí).
Los 60 son la mejor edad porque ya conquistamos todas las catorce cumbres “ochomil” o descubrimos que padecemos acrofobia.
Los 60 son la mejor edad porque sólo nos rodean los amigos, los otros… hace tiempo que desaparecieron en el camino (se cayeron en la escalada, ¡jajaja!).
Los 60 son la mejor edad porque ya murió la incertidumbre de qué puede lograrse en la vida y empezamos a alcanzar la satisfacción por lo que realmente se alcanzó.
Los 60 son la mejor edad porque ya encontramos a nuestro niño interior y hemos podido apapacharlo o enviarlo a escalar cumbres para que madure.
Los 60 son la mejor edad porque ahora podemos reírnos de la vida y sabemos que ella nos devuelve la risa.
Los 60 son la mejor edad porque logramos ocultar la tristeza tras sinceras sonrisas y convertir la alegría en bromas para luego poner caras serías.
Los 60 son la mejor edad porque disfrutamos las carcajadas que producen nuestras chanzas e ignoramos la idea de que puedan ser el eco de las cañadas.
Los 60 son la mejor edad porque nuestros razonamientos aún están lúcidos y nuestra memoria aún no desborda la experiencia (por mucho tiempo más ¡ojalá!).
Los 60 son la mejor edad porque al fin aprendimos la paciencia o se nos acabó la energía para continuar en la intolerancia.
Los 60 son la mejor edad porque perdimos el miedo a la muerte o lo ocultamos exitosamente tras gruesas cortinas de valentía fingida.
Los 60 son la mejor edad porque ya tuvimos una experiencia mística o nos convencimos de que no es necesaria una.
Los 60 son la mejor edad porque aprendimos, finalmente, a platicar con Dios, aunque todavía esperamos nos responda si Él existe o no.
Los 60, son la mejor edad porque el número es divisible exactamente entre dos… tres, cuatro, cinco, seis, diez, doce, quince, veinte y treinta. ¿Habrá número de años que mejor podamos repartir?
Los 60 son la mejor edad porque nos atrevemos a decir “Dios, por favor llévate tu parte (de años, claro está) y aún no me lleves a mí”.
Los 60 son la mejor edad porque nuestro cuerpo aún está fuerte pero ya aprendimos la importancia de cuidarlo.
Los 60 son la mejor edad y debemos repetirlo hasta el cansancio o resignarnos al hecho de haber acumulado solamente años.
Los 60 son la mejor edad porque ya descubrimos que esta vida es una subasta y obtiene más aquel que puja más alto (habrá que escalar la siguiente cumbre para pujar desde ahí).

Ochomil es un término usado por alpinistas para referirse a los 14 picos que rebasan la altura de ocho mil metros. Todos se encuentran en la cordillera del Himalaya y su vecina la cordillera del Karakórum. Éste es el pico de Annapurna.